El domingo 30 de Octubre de 1983 me levanté muy temprano. Estaba muy ansioso. Era día de elecciones. No eran las primeras elecciones en que participaba. Había votado por primera vez el 07 de Julio de 1963, en la elección Presidencial que consagró a Illía, con el peronismo proscritpo. En esa oportunidad yo apoyé al bisonte, Oscar Alende, que tenía el discurso de izquierda mas aceptable de la época, aunque pertenecía a la UCRI. Dos años después voté en las elecciones legislativas, el 17 de marzo de 1965. Aquí Illía había revocado la prescripción del peronismo, una de las causas que motivó el golpe del 28 de junio de 1966, que ubicó a Onganía como presidente de facto. De allí hasta 1973, cuando a Perón le "dió el cuero" para volver, el 11 de Marzo de 1973, se realizaron las elecciones presidenciales con la fórmula Cámpora-Solano Lima, y que por centésimas no le alcanzaba para ganar en primera vuelta, pero por la diferencia obtenida (49,56% sobre 21,29%) Balbín se retiró del ballotage. No obstante, el 15 de abril de 1973 debí votar en el ballotage de senador por la Capital. Y por supuesto el 23 de septiembre de 1973 voté en la elección que consgró a Juan Domingo Perón presidente por tercera vez, elección que ganó con mas del 61% de los votos. Por supuesto que lo voté. Después vendría el período mas oscuro de la historia que me tocó vivir.
Yo no participaba en política pero... usaba barba! Esto hacía que en cada control policial o de las fuerzas armadas que pasara, me paraban para controlarme. Baje del auto. Las manos en el techo. Piernas separadas. Abra el baul. ¿Que lleva en el bolso? Era un clásico.
Pero esta elección era diferente. No sólo porque volvía a votar despues de 10 años, sino porque por primera vez en mi vida estaría en una Mesa de Votación. La alegría que sentí cuando me llegó la citación nombrándome Presidente de Mesa fue indescriptible. A los docentes que citaban habitualmente se había sumado el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, y a los graduados nos incluyeron en las listas. Leí, me preparé. Hubo reuniones informativas para las autoridades de mesa. Y por fín habia llegado el día.
Había que estar por lo menos una hora antes, así que, como dije, me levanté muy temprano. Desayunamos con mi esposa y marché al colegio. Me tocó el colegio primario de la calle Conde y Palpa. Éramos tres las autoridades, Presidente, Suplente 1 y Suplente 2. El Suplente 1 era contador también. El Suplente 2 era maestro. Ninguno había hecho esto antes. Seguimos las instrucciones de preparación de la urna con sumo cuidado. Y cuando estuvo todo listo, votamos nosotros primero. En la mesa teníamos un fiscal por la UCR y un fiscal por el Partido Justicialista. Los otros partidos tenían fiscales volantes en varias mesas.
Eran las 8.00 en punto cuando el soldado nos preguntó si podíamos abrir la mesa. Y arrancamos...
Como después de esa vez, fuí autoridad de mesa varias veces mas, se me mezclan en la memoria las anecdotas propias de una votación. Sí recuerdo que nos esforzábamos porque todo saliera bien, y no tuviéramos inconvenientes con el conteo y las planillas que había que entregar.
El momento mas emocionante fue el cierre, a las 18, 15 mas o menos, con la puerta de salida ya cerrada y sin que quedara nadie para votar adentro, de todas la mesas rompimos en un caluroso aplauso. Nos abrazamos, con las autoridades de otras mesas, con los fiscales de todos los partidos, y alguien comenzó a cantar el Himno Nacional, y creo que la mayoría de nostros lo cantó llorando.
Ah! y el recuento salió redondito y balanceado, como correspondía a una mesa dirigida por contadores.
Hasta la próxima
Osvaldo Villalba
30 de Octubre de 2013