martes, 14 de noviembre de 2017

PA QUE SEPAN COMO SOY

PA QUE SEPAN COMO SOY- PARTE II

Hace dos años (¿dos años ya?) escribía este texto:

“PA’ QUE SEPAN COMO SOY

     Nací en 1944, voy a cumplir 72 años, he vivido muchas cosas. Nieto de un político conservador -que debe haber festejado cuando Uriburu lo sacó a Don Hipólito-, hijo de un laburante peronista, correntino tan corajudo que intentó defender a Perón con una pistola 32 cuando los aviones de la Marina bombardeaban Plaza de Mayo, siempre me interesé por la política. Festejé la victoria de Fidel y el Che, en Cuba. Lloré el asesinato de Guevara en Bolivia y también la heroica resistencia de Allende en Chile —ambos obra de la CIA—.
Me alegré con la victoria de Campora, pero no me gustó el giro a la derecha del gobierno de Perón en el 73, y el poder que tomó el Brujo.
     El asesinato de Silvio Frondizi, a quien tuve de profesor en Derecho Constitucional en la Facultad, por parte de la AAA, fue un anuncio de lo que vendría después con el "Proceso". Para ese momento ya usaba barba, lo que provocaba que en cada "control" del ejército en la calle, me pararan a la orden de: "Bajese del auto! Las manos sobre el techo del auto! Las piernas abiertas! Abra el baúl! Que lleva en ese bolso?", y otras linduras por el estilo.
     Festejé la llegada de la democracia con Don Raúl, como presidente de mesa. En el peronismo seguía dominando la derecha (sindical y política).
     Me emocioné con el discurso de asunción de Alfonsín, y el preámbulo de la Constitución. Pensé que con la democracia bastaba, pero después, me di cuenta que, como dijo un ex-presidente norteamericano: " es la economía, estúpido!".
     Y vi como el liberalismo, con la Sociedad Rural a la cabeza, minaban el gobierno radical, -con la complicidad de la derecha sindical que le hizo más de 40 paros-.
     Después vino Menem, que entró con un discurso popular e hizo un gobierno liberal (de mercado, no?). Y así nos fue. Cerraron fábricas, se destruyó la industria, se privatizó hasta la moral y terminamos en la crisis del 2001 por la ineptitud de un presidente -y yo lo voté, eh! Mea culpa! Por el Chacho pero lo voté- que terminó en una pueblada con huida en helicóptero incluida.
     En las elecciones, voté a Pino, -lo creía de izquierda como yo, en esa época-. Verlo después con Lilita me dio náusea.
     Al principio desconfié de Néstor. Me hubiera gustado que hiciera la reforma tributaria, pero...eso es muy difícil, con los intereses que tocaría. Si todavía no se ha podido aplicar la ley de Radiodifusión, imagínense una reforma tributaria!
     Después, a Cristina, sí la voté. Y de eso no me arrepiento.

     De todo esto me quedó un corolario:
NUNCA, PERO NUNCA, LA DERECHA TOMARÁ MEDIDAS QUE BENEFICIEN AL PUEBLO. SIEMPRE, PERO SIEMPRE, BENEFICIARÁ A UNA MINORÍA SELECTA.
Esto es igual aquí, en España, en Grecia o donde se te cante.
POR ESO MACRI ES MI LÍMITE. JAMAS LO PODRÍA VOTAR. VAMOS A VOLVER A LOS CICLOS QUE YA VIVIMOS.
     Ah! Y por si no te diste cuenta, los economistas de Macri son los mismos que siempre apoyaron al liberalismo.

       Disculpen la perorata, algunos ni lo leerán, a otros les importará medio pepino, pero cuando empiece la fiesta liberal y, salvo que pertenezcas a la minoría que se va a beneficiar, te quedes sin paritarias, la devaluación te licúe el sueldo o la jubilación, no podrás decir que no te lo avisé.
He dicho.

Osvaldo Villalba
14/11/2105”

     Lamento profundamente no haberme equivocado. A medida que se va conociendo el programa que el gobierno tiene preparado para esta mitad del periodo que le queda, después del respaldo que más de un tercio de la población le dió a su gestión, podemos afirmar que las recetas neoliberales se van aplicando sin anestesia. Ayer en Tierra del Fuego la UOM firmó con la Cámara de Empresas de Electrónica un congelamiento —sin paritarias hasta 2020— de los sueldos de los trabajadores.
     Se prevé cambiar el sistema de ajuste de las jubilaciones y pensiones —más las AUH— a un sistema sólo por inflación, que en realidad no es otra cosa que un congelamiento. El mismo gobierno acepta que con la diferencia a pagar en menos —cien mil millones de pesos al año— se pretende financiar el mayor aporte de la Nación a la Provincia de Buenos Aires en la coparticipación, sin disminuir lo que reciben las otras provincias. No hay que ser economista para darse cuenta que si de la torta alguien recibe un trozo más grande, alguien recibirá uno más chico (en este caso nosotros, los jubilados).
     Pero no acaba ahí la cosa. Se propone en la reforma impositiva bajarle la alícuota de Impuesto a las ganancias a las empresas. Sí, leíste bien. A las empresas, no a los trabajadores, como fueron las promesas de campaña.
     También, bajar el aporte patronal sobre sueldos, lo que terminará desfinanciando al ANSES, paso previo a la vuelta de las AFJP. Como ven, se cumplen paso a paso las recetas del FMI. Que por otro lado no dieron resultado en ninguna parte del mundo. O si, el resultado, que es el que buscan, es un selecto grupo mucho más rico a costa de una mayoría —el pueblo— más empobrecido.
     A poco de ser aplicado, el sistema de préstamos hipotecarios UVA empieza a hacer agua.  Con el sistema que TODO  el préstamo, no solo la cuota, se ajusta con la inflación, se dará el caso que después de pagar todo un año, con una cuota que va creciendo, a fin de año vas a deber más de lo que te prestaron. Ya los bancos están sacando seguros contra falta de pago. Esto se transformará en una burbuja que cuando reviente dejará muchos “heridos” como ocurrió en EEUU en 2008.

     Como ven, nada nuevo bajo el sol. Todo esto ya pasó. Por eso hace dos años lo dije, no porque sea adivino, sino porque tengo memoria.


Salute

Osvaldo Villalba
14/11/2017

jueves, 26 de octubre de 2017

Si fuera posible...

Quisiera ser el viento que acaricia tu pelo
y en las tardes de estío te invita a caminar
quisiera ser la luna que como tenue velo
te ilumina en las noches cuando te ve pasar.

Quisiera ser perfume en tu piel derramado
el color que te gusta y también la canción
que transporte tu alma hasta el cielo rosado
del alba sobre el río o la puesta del sol.

Quisiera ser la manta que te abriga en invierno
y abrazándote fuerte dejarte mi calor
o la fruta madura que se pierde en tu boca
y te deja en un beso ese dulce sabor.

Quisiera ser alhaja que se abrace a tu cuello
caricia en tu mejilla, consuelo en tu dolor
y mirarme en tus ojos y ver que son tan bellos
y besarte en la boca y decirte mi amor.


Osvaldo Villalba
11/08/1977


lunes, 10 de abril de 2017

A LOS MAESTROS NO SE LES PEGA (Por Mex Urtizberea)

Lo sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar correctamente.
Lo sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.
Lo sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el secundario.
Lo sabe un adolescente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones, la edad en la que nada se sabe con certeza.
Lo saben sus padres.
Lo saben sus abuelos.
Lo sabe el tutor o encargado.
Lo saben los que no tienen estudios completos.
Lo sabe el repetidor.
Lo sabe el de mala conducta.
Lo sabe el que falta siempre.
Lo sabe el rateado.
Lo sabe el bochado.
Lo sabe hasta un analfabeto.
No se le pega a un maestro.
No se le puede pegar a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Lo sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo saben los repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los bochados, sus padres, sus abuelos, cualquiera lo sabe, pero no lo saben algunos gobernadores.
Son unos burros.
No saben lo más primario.
Lo que saben es matar a un maestro.
Lo que saben es tirarles granadas de gas lacrimógeno.
Lo que saben es golpearlos con un palo.
Lo que saben es dispararles balas de goma.
A los maestros.
A maestros.
Lo que no saben es que se puede discutir con un maestro.
Lo que no saben es que se puede estar en desacuerdo con lo que el maestro dice o hace.
Lo que no saben es que un maestro puede tener razón o no tenerla.
Pero no se le puede pegar a un maestro.
No se le pega a un maestro.

A los maestros no se les pega.
Y no lo saben porque son unos burros.
Y si no lo saben que lo aprendan.
Y si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.
Y si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.
Que se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y los demás gobernadores, los de ahora, los del año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de diecisiete, los rateados, los bochados, los analfabetos, los repetidores, los padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos:
Que no se le pega a un maestro.
No se le puede pegar a un maestro.
No debo pegarle a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Sepan, conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen, incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los maestros son sagrados.

Por Mex Urtizberea