Quiero comenzar esta columna con mis mas sentidas condolencias a la familia de Reinaldo Rodas, un trabajador que iba a su laburo a las 6.30 de la mañana en la vigilancia de un country de la zona y que encontró la muerte de una manera tan injusta.
Tampoco intento justificar a Pablo García, quien en el estado en que se encontraba, no tiene ninguna justificación ni atenuante, y debe pagar por lo que hizo con todo el peso de la ley.
Pero lo que no puedo soportar es que se utilice el dolor de una familia o la irresponsabilidad de un conductor alcoholizado con fines políticos para "pegarle" a Eduardo Aliverti, por su posición política. Tipos como Mauro Viale, entrevistando a familiares doloridos e induciéndoles las respuestas a su preguntas, o el facho de Eduardo Feinman, destilando veneno, salgan a hablar de "derechos humanos" o de la defensa de la ley de medio. ¿Que tiene que ver la ley de medios en esto? Que la editorial perfil ponga una guardia permanente en la casa de Aliverti. Que "soldados" del grupo Clarín como Pablo Gallo, elogiando a la revista Muy, del grupo, digan, en su columna de hoy, lo que tardó Aliverti en salir a reconocer el hecho, o que "el periodista y compañera de trabajo de Aliverti, Raúl Kollmann escribió en twitter para favorecerlo", es una infamia. En primer lugar, Gallo, informate!. Kollmann trabaja como columnista de Mónica y César en Radio del Plata, y nunca trabajó con Aliverti. En segundo lugar, leyendo los twitter de Kollmann, él sólo da una versión que no favorece ni oculta en los más mínmo nada de lo que ocurrió. Como siempre CLARIN MIENTE!
Como conclusión, los buitres que se alimentan de carroña, no están solo en los fondos de inversión que compran bonos fundidos. También están en algunas redacciones de diarios y programas televisivos, en los que se defienden otros intereses. Eduardo Aliverti es el padre de Pablo, ni más ni menos. Y debe estar dolorido, como cualquier padre al que le hubiera ocurrido algo así. Pero esto no tiene nada que ver con sus ideas políticas ni con su posición de izquierda que siempre defendió. Tampoco a los familiares de Rodas, quienes también con razón están doloridos, les mitigaría su pena el hecho que el padre de Pablo García fuera de derecha o de izquierda. ¿Y si en lugar de García Aliverti, se hubiera llamado Villalba? ¿Cuanta repercusión hubiera tenido en los medios?
El periodista Reynaldo Sietecase, escribía en su blog sobre este tema:
La muerte de Reinaldo Rodas, atropellado por Pablo García, mientras viajaba en su bicicleta por la Autopista Panamericana hubiese merecido muy poca atención periodística. Apenas unas líneas de la secciónPoliciales de los diarios y unos minutos en los noticieros de la tele. Es una más de las 22 personas quemueren cada día en accidentes en las calles y rutas argentinas. Tres cuestiones le dieron una amplificación inusual: García, el conductor de 28 años, estaba alcoholizado (1,45 cuando el máximo es 0,5 para poder conducir con las facultades a pleno); trasladó el cuerpo del ciclista 17 kilómetros hasta una estación de peaje y se trata del hijo del conocido periodista Eduardo Aliverti. Insólitamente, no fue el accidente ni sus características el eje de la discusión mediática sino la posición política de Aliverti. Desde los comentariosen las redes sociales a la cobertura de los grandes medios de comunicación hubo actitudes miserables..
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